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El currículum al servicio del desarrollo integral del alumnado

Hace muchos meses que hablamos de currículum, de competencias, de qué hay que enseñar al alumnado para que los conocimientos que adquiera le sirvan para la vida, una vez que acabe el programa formativo. En este artículo hablaremos del papel que tiene el currículum en el servicio del desarrollo integral del alumnado.

«La escuela es la única forma de vida social que funciona de manera abstracta y en un medio controlado” (Dewey, UNESCO, 1999)

El propio Dewey también explica que la escuela debe ser un lugar experimental donde se lleven a cabo actividades constructivas combinando la tarea teórica a la vez que se tiene contacto con las exigencias de las prácticas de la vida. Más de cien años han pasado desde que dijo estas palabras, en las que se pone de manifiesto la necesidad de repensar una escuela donde se desarrollen actividades de la vida y para la vida. Así pues, teniendo en cuenta que las escuelas son uno de los primeros contextos sociales en los que se mueve un niño o un joven, es fundamental que intentemos adoptar las oportunidades de aprendizaje que nos brinda la sociedad.

Enfoque desde la metodología RIEDUSIS

Desde Reimagine, y enmarcado en el contexto de la metodología RIEDUSIS, acompañamos a diferentes instituciones educativas a hacer esta reflexión, a darse cuenta de que es necesaria una nueva mirada al currículum de acuerdo con una sociedad globalizada. En este sentido, para nosotros es decisivo proporcionar acompañamiento y feedback en el proceso de trabajo de los equipos educativos entorno al currículum. Un proceso que ayuda a los profesionales de la educación a conseguir un enfoque globalizado curricular que los lleva a reflexionar sobre cómo priorizar y organizar los aprendizajes del alumnado de forma globalizada para hacer viable la Experiencia Avanzada de Cambio (EAC), o prototipo, y así conseguir el desarrollo integral del alumnado.

Por tanto, una de las primeras tareas como equipos prototipistas consiste en echar un vistazo al currículum y separar los aprendizajes que son imprescindibles de los que no lo son. Esta no es una tarea banal, pues requiere un consenso muy elevado.

¿Qué es imprescindible? ¿Qué es deseable? ¿Dónde ponemos el límite?

Hay muchos aspectos que deben valorarse para poder responder a estas preguntas: el nivel educativo, el contexto sociocultural, las opciones ideológicas que asumimos como institución…, pero lo que es irrenunciable es que la mirada que debemos echar al currículum debe estar vinculada al desarrollo en nuestro alumnado de ciertas competencias clave, competencias que todas las personas, una vez que han finalizado su proceso formativo, necesitan para la construcción y el desarrollo personales, así como para ser un ciudadano activo capaz de incluirse en la sociedad y de inserirse en el mundo profesional.

Pero, ¿cuáles son estas competencias que necesita el alumnado? Pues solo debemos tomar consciencia de las numerosas situaciones a las que deberá hacer frente a lo largo de su vida y a las que deberá adaptarse, y a la vez, aprovechar y crear oportunidades para los retos del s. XXI.

Así conseguiremos, tal como dice la doctora Marope (2018), “movilizar interactivamente y usar éticamente información, datos, conocimiento, habilidades, valores, actitudes y tecnología para participar de manera efectiva y actuar mediante varios contextos del siglo XXI para conseguir el bien individual, el colectivo y el global” con el objetivo de alcanzar el desarrollo de competencias para la vida y también el Modelo de Persona que hemos definido en la institución como perfil de salida.

¿Qué herramientas son necesarias para cambiar el currículum?

Llegados a este punto, optar por una mirada transversal del currículum llega a ser esencial. Resulta imprescindible diseñar experiencias de aprendizaje vinculadas en torno a problemáticas y situaciones que requieren ser abordadas y resueltas desde diferentes perspectivas y que permiten al alumnado, como ya nos anunciaba Dewey, conectar aprendizajes con el contexto, con experiencias personales y con los contenidos. En definitiva, ¿aprender debería ser esto, no?

Por lo tanto, hay que transformar el currículum desde una mirada transversal en la que, como decía Dewey, se difuminan las disciplinas y se conectan los aprendizajes con el contexto y las experiencias personales de jóvenes y niños. Hay que utilizar el currículum como una herramienta que guíe el diseño de experiencias contextualizadas y significativas y que movilice distintos tipos de contenidos, siempre con el objetivo de resolver problemas o retos. De este modo, conseguiremos que el alumnado comprenda e interprete la realidad, se sienta preparado para participar en la sociedad, se comprometa como ciudadanía y se empodere para promover cambios relevantes ante los desequilibrios y las injusticias de este mundo.

En definitiva, el currículum al servicio del desarrollo integral del alumno. ¿Qué os parece? ¿Hablamos de ello?

Referencias
UNESCO (1999). Perspectivas: revista trimestral de educación comparada. París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación), vol. XXIII, nos 1-2
MAROPE, M.; GRIFFIN, P.; GALAGHER, C., (2018). Future Competences  and the Future of Curriculum. A Global Reference for Curricula Transformation. International Bureau of Education. Disponible AQUÍ

El futuro de la educación es ahora

Es preciso mirar adelante y avanzar. No debemos perder tiempo, el futuro de la educación es ahora. En muchas de mis charlas y conferencias explico que, más allá de las dificultades y la energía que hay que emplear en el día a día, es importante reservar espacio y tiempo para anticipar el futuro. Es lo que llamo actuar con las dos manos para asegurar de alguna forma el futuro de la educación que deseamos.

Estamos viviendo situaciones extraordinarias, tanto en los ámbitos personal y vital, como en el profesional y el educativo. Desde hace ya más de un año, muchas escuelas y universidades de  muchos países siguen cerradas, obligadas a permanecer en lo que denominamos Enseñanza Remota de Emergencia (ERE), con importantes pérdidas educativas, de aprendizaje y de alumnos que todavía no sabemos cómo vamos a recuperar. Otras instituciones han podido abrir total o parcialmente, pero con profundos cambios operativos para garantizar la seguridad sanitaria, que han perturbado profundamente sus proyectos educativos.

Poco a poco, ola tras ola de contagio, vamos avanzando en nuestro día a día como podemos y sabemos, con la esperanza de que la vacunación de la población se generalice y podamos salir de esta pesadilla que nos está provocando mucho cansancio y desgaste.

Hace días que, en mis lecturas y reflexiones, no pienso en otra cosa que en plantear este tema de avanzar la salida de la crisis que el coronavirus ha producido en la educación… debemos encontrar energía, espacio, tiempo, ideas y reflexiones que nos impulsen a hacerlo. “Es ahora amigos, es ahora…”(1) es una vieja canción de mi juventud que hacía tiempo que no escuchaba y que ha venido a mi mente… Y es que es cierto: el futuro de la educación es ahora; es ahora cuando debemos trabajar en pro de la educación que soñamos… Es ahora cuando debemos anticipar lo que queremos que sea nuestra escuela… porque si no es ahora, ¿cuándo?

Es por ello por lo que este artículo, más allá de esta introducción, tendrá otras tres partes:

  • ¿Cuáles son los impulsores de la transformación educativa?
  • Aprendizajes de la pandemia
  • ¿Cuáles son las nuevas estrategias del futuro de la educación?

En la última sesión de los  CÍRCULOS de este mes de mayo debatimos sobre este tema con los directivos que participamos en ella, y esto debe servir para enriquecer esta serie de cuatro posts. Gracias por la participación a Luz Silva, Francisco Varela, Lucía González, Judite Morgado, Guillermo Lemos, Fabián Antunez, Rosalía Arnó, Francisco Robaliño, Bernardo Biana, Ignacio Cassi y Adriana López y al equipo de REIMAGINE EDUCATION LAB. 

¿Estás preparado para sumarte al futuro de la educación? ¿Te espero la próxima semana para entrar en materia?

Descubre cuáles son los impulsores de la transformación educativa AQUÍ.

Cita: texto escrito por Joan Soler i Amigó… y música de Jaume Arnella. Podéis escucharla AQUÍ.

¿Qué papel tiene la naturaleza en la transformación educativa?

La COVID-19 ha acelerado el cambio en las reglas del juego. A día de hoy, ya sabemos que los cambios nunca vienen solos, y que son globales. Por eso nos preguntamos: ¿Qué papel tiene la naturaleza en la transformación educativa?

Son muchas las crisis que nos atraviesan hoy, venidas de antes de la COVID-19, pero que la pandemia ha afectado profundamente: crisis de salud, crisis económica, crisis social, crisis política, crisis de nuestro modelo de ciudad… En todo caso, con respecto a la crisis educativa, profunda y con pérdidas importantes, cada vez es más evidente para la comunidad educativa que el sistema educativo actual no da respuesta a las necesidades de un mundo cambiante, ni a la realidad actual y futura de los niños, niñas y jóvenes. Por esto, en Reimagine tenemos claro que necesitamos transformar a fondo la educación, y hacerlo de una forma integral, profunda, sistémica… yendo más allá del mero cambio de actividades o de la simple incorporación de tecnología en el aula.

Pero también vivimos inmersos en otra crisis: una crisis de colapso de la biodiversidad, de los ecosistemas y de las especies de seres vivos en la Tierra. Y esta crisis interpela necesariamente la educación, porque… ¿En qué mundo vivirá el alumnado de hoy cuando llegue a la edad adulta? ¿Cómo afectará la naturaleza en la transformación educativa? ¿Cómo será el mundo, entonces, con todo lo que traerá el cambio climático durante los próximos 15 años? ¿Cuántos ecosistemas quedarán en equilibrio, y cuántas especies de árboles, pájaros, mamíferos o plantas se habrán extinguido y cuántas quedarán vivas? ¿Cómo será el acceso a uno de los bienes más escasos y preciados del planeta, el agua dulce? ¿Cómo afectará esto a las poblaciones (humanas, animales y vegetales) más vulnerables? Y, por tanto, ¿con qué retos y problemas nos encontraremos y qué decisiones y acciones tendremos que emprender para afrontar esta crisis?

En las escuelas y universidades, venimos de una tradición y una inercia en las que el estudio de la naturaleza se suele abordar únicamente desde una perspectiva de conocimiento meramente científico: la perspectiva de las ciencias naturales. Y está claro que el conocimiento científico es imprescindible, sí, pero, al mismo tiempo, también sabemos que el acercamiento meramente conceptual y los datos científicos por sí solos son insuficientes para cambiar hábitos, comportamientos y marcos mentales, y más aún para cambiar profundamente la relación individual de cada uno de nosotros con la naturaleza y la visión que tenemos de ella. Además, en nuestra cultura occidental, desde hace varios siglos, solemos hablar del “planeta” y del “medio ambiente”, y esto está relacionado con esta visión materialista de ver y valorar la naturaleza como un mero “recurso natural” a nuestra disposición para explotar o consumir, sin dotarla del valor intrínseco de la vida por sí misma. Pero, ¿son estas, la visión y la vivencia de la naturaleza que queremos que tenga el alumnado?

Si queremos que educar sea sinónimo de ayudar a desarrollar personas integrales de acuerdo con un perfil humano trabajado y consensuado a nuestra institución y nos decidimos a incorporar esta nueva mirada hacia la naturaleza y la transformación educativa, tendremos que poner sobre la mesa no solo el QUÉ queremos transformar y el CÓMO lo haremos, sino que también deberemos abordar DESDE DÓNDE QUEREMOS hacer esta transformación, es decir, desde qué conexión interior tenemos, cada uno de nosotros, con la VIDA y con la naturaleza, y cómo la hacemos avanzar mientras redescubrimos la profunda y verdadera relación que tenemos con ellas.

Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el próximo 5 de junio, queremos poner de manifiesto que es urgente que nos planteemos qué cambios tenemos que introducir en la transformación educativa de nuestra institución para que la infancia de hoy (que será la ciudadanía adulta de mañana) no reproduzca los mismos patrones que nos han llevado a esta crisis sistémica. Y esto nos lleva, necesariamente, a plantearnos cómo debemos cambiar nuestra propia mirada como docentes, directivos y directivas hacia la Tierra, para poder transformar nuestra institución y hacer nacer en nuestro alumnado, mediante vivencias y experiencias diferentes, un vínculo amoroso y profundo con la naturaleza.

¿Lo hablamos?

¿Conoces nuestros webinars de transformación educativa?

Hace un año, en estas mismas fechas, estábamos confinados, y en Reimagine lanzamos la serie de webinars de transformación educativa bajo el nombre de #EsHoraDeTransformarlaEducación. En ellos, diferentes miembros del equipo de Reimagine tratamos cinco temáticas que todavía hoy siguen siendo actuales y creemos que os pueden ser útiles:

  • Impacto de retos de la educación a raíz de la crisis del coronavirus: Xavier Aragay y Jonquera Arnó abordan cómo pasar del activismo innovador a la estrategia transformadora: hay que dedicar tiempo a la transformación porque nos estamos jugando el futuro de nuestra institución educativa.
  • Replantear el proceso de enseñar y aprender: Cómo se puede hacer la transición de la enseñanza remota de emergencia que se puso en marcha a raíz del coronavirus, a situar al alumnado en el centro del proceso. Nos lo explican Xavier Aragay y Lluís Tarín.
  • Avanzar en la transformación educativa: En este caso, Xavier Aragay y Mariana Martínez abordan la forma de concretar un cambio profundo en el aula, apuntan a una transformación integral de la escuela y ofrecen una metodología y algunas herramientas útiles prácticas.
  • El poder del juego para avanzar en la transformación educativa: Impartido por Xavier Aragay, en colaboración con Imma Marín y Esther Hierro, de Marinva, nos explican que el juego es clave para educar personas más alegres, más conectadas y con un proyecto vital. En definitiva, cómo el aprendizaje lúdico puede transformar la educación.
  • ¿Nos acompañas a identificar y anticipar los elementos clave de la nueva enseñanza presencial? Este es el último de los webinars de transformación educativa en el que Jonquera Arnó y Xavier Aragay nos presentan una herramienta para identificar, con la comunidad educativa, los aprendizajes vitales y docentes a raíz de la covid y crecer como personas. Es una herramienta desarrollada por el equipo de Reimagine dentro del marco de nuestra metodología RIEDUSIS de reimaginación de las instituciones educativas.

Puedes verlos todos en el apartado de vídeos de este blog

Un currículum para un mundo globalizado

Gemma Grau y Xavier Aragay

El propósito de la educación es claramente el de ofrecer a las personas la oportunidad de crecer y desarrollar su proyecto vital de acuerdo con el mundo en que viven. Un mundo que, como sabemos, se transforma constantemente y donde ya podemos aventurarnos a afirmar que la única constante que se dará de ahora en adelante es el cambio. Un cambio social, cultural, tecnológico, económico y educativo. Atendiendo a este continuo cambio es más necesario que nunca adaptar el currículum para un mundo globalizado.

Desde Reimagine acompañamos a las instituciones educativas que desean avanzar hacia una profunda transformación utilizando la metodología RIEDUSIS. Una metodología que pone al alumnado en el centro de toda la acción y le otorga un papel activo en el aprendizaje y la construcción de un proyecto vital propio en el que, sobre todo, puedan desarrollar distintos rasgos personales que les ayuden a convertirse en personas críticas, colaboradoras, comunicativas y comprometidas con su entorno.

En este sentido, es fundamental reflexionar sobre qué opciones metodológicas y de contenido debemos movilizar en el proceso de cambio de una institución educativa con el fin de garantizar este crecimiento personal. Considerando estas reflexiones, nos encontramos ante el reto de garantizar un enfoque globalizado de nuestro currículum que nos permita diseñar experiencias de aprendizaje que ayuden al conjunto de estudiantes a entender y vivir en un mundo que, en sí mismo, ya es globalizado y que a la vez plantea múltiples retos y  oportunidades.

Así, pues, las instituciones educativas tienen ante sí el gran reto de afrontar desde la dicotomía de deber garantizar, por un lado, unos aprendizajes básicos e imprescindibles que permitan al alumnado su desarrollo personal y social y que, en caso de no haberlo alcanzado, les impidan acceder a posteriores procesos educativos con unas mínimas garantías de aprovecharlos o bien comporten una situación de riesgo de exclusión social (Coll, 2007) y, por el otro, relacionar estos aprendizajes imprescindibles con los problemas reales del mundo con un enfoque globalizado donde, forzosamente, hay que superar la mirada compartimentada de las disciplinas en que se encuentran ordenados los currículums prescriptivos.

Ante esta situación es habitual que nos preguntemos qué debería aprender un alumno o una alumna en la escuela y empecemos a plantearnos cómo debe hacerlo la escuela para diseñar experiencias de aprendizaje que les ayuden a vivir y cambiar el mundo… Pero entonces, ¿qué hacemos con el currículum prescriptivo? Pues bien, desde la perspectiva de que el currículum debe ser una herramienta para acompañar al alumnado, debemos ser capaces  de vehicular propuestas de transcendencia socioculturales para trabajar el currículum en lugar de ceñirnos a un documento prescriptivo para organizar lo que hacemos en las aulas.

Debemos encontrar los mecanismos adecuados para organizar experiencias de aprendizaje significativas y contextualizadas que, de forma globalizada, nos ayuden a dar respuesta a retos y problemas como los de erradicar la pobreza, acabar con el hambre, garantizar una vida saludable o conseguir unas ciudades sostenibles; de esta forma, los retos que nuestro alumnado deberá resolver en un contexto educativo le ayudarán también a constituir el Modelo de Persona que deseamos.

Referencias

Coll, C. (2007). Capítulo 4. El «bàsic imprescindible» i el «bàsic desitjable»: un eix per a la presa de decisions curriculars en l’educació bàsica. En C. Coll (Dir.), Currículum i ciutadania. El què i el per a què de l’educació escolar (p. 227-247). Barcelona: Editorial Mediterrània.

¿Desde dónde quiero enfocar el cambio educativo?

 

En Reimagine, observamos que a los equipos directivos de escuelas y universidades, nos ocupa y nos preocupa el cambio y la transformación de nuestras instituciones educativas. Hemos asistido a multitud de formaciones, talleres y webinars donde hemos podido desgranar todos los conceptos y elementos que entran en juego en esta compleja y apasionante tarea de la transformación de una institución educativa… Si además nos has podido conocer y has incorporado en tu proceso de cambio la metodología RIEDUSIS, seguro que has experimentado la gran ayuda que es tener una herramienta potente y un apoyo directo de los consultcoach de Reimagine… Sin embargo, ciertamente, el camino del cambio educativo como directivo o directiva es complejo y lo primero que debemos tratar es desde dónde queremos enfocar el cambio educativo.

Para transformar profundamente la organización educativa, como sistema vivo que es, tenemos que poner en movimiento, en el momento y dirección adecuados, cada uno de los elementos que configuran la compleja institución educativa y todas las personas y sectores que la configuran. Ya no se trata solamente de transformar lo que pasa dentro del aula, sino de cambiar todo aquello que hasta ahora ha constituido lo que se denomina cultura interna: maneras de hacer, creencias, costumbres, valores, miradas, forma de tomar las decisiones, relaciones entre equipos… Y esto requiere una gran convicción y un liderazgo capaz de transformar y movilizar a todos los protagonistas hacia el sueño de cambio común.

Todo ello pone sobre la mesa de juego un elemento fundamental para asegurar el cambio: ¿Desde dónde quiero transformar y enfocar el cambio educativo? Es decir, ya no solo es importante el QUÉ y el CÓMO… ahora adquiere mucha relevancia el DESDE DÓNDE, y más después de la irrupción del COVID19 y su impacto en la educación. La transformación educativa requiere autoconocimiento, aprendizaje interno y acciones que nos lleven al cambio. Solo así podremos inspirar para generar cambios en el otro.

Y ahí es donde entra en juego el programa Reimagínate para transformar, que pusimos en marcha hace unos meses y del que hablábamos en un anterior post. El programa Reimagínate para transformar no es una formación en liderazgo; es más bien un camino, un proceso armónico que transita desde la consciencia plena de mi YO para, identificando mis potencialidades y mis áreas de crecimiento, así como la mirada e interpelación de mi contexto (dónde estamos y dónde queremos ir), ir estableciendo un diagnóstico interno. Pararme, retirarme momentáneamente de la primera línea del activismo para hacerme la gran pregunta: ¿desde dónde quiero cambiar? …

Parar, cuestionarte todo, atreverte a hacerte preguntas poderosas, a aprender, a perdonar, a descansar, a expresarte desde lo que eres y sientes, a agradecer, a establecer prioridades cuidándote a ti mismo como persona (liderar la transformación no nos puede costar la vida), a escribir en tu libreta de vida, a meditar, a diseñar el futuro junto con otras personas.

Lideramos desde lo que somos, desde la resonancia de nuestros valores, creencias, miedos, convicciones y prioridades. No desde un manual. Lideramos desde nuestro ser, junto con los seres que nos acompañan, hacia lo que juntos queremos construir para nuestros alumnos, para su mundo, sus vidas, sus proyectos vitales.

Y todo esto, en el programa Reimagínate para transformar, se hace de forma personalizada, compartiendo camino en grupo, generando una comunidad de directivos y directivas que aprenden, donde el otro se convierte en cómplice y fuente de inspiración.

¿De verdad creemos que en el actual contexto y con la complejidad de la que hablamos, se puede liderar la transformación educativa sin reflexionar el DESDE DÓNDE? ¿Se puede dirigir e inspirar a otros hacia el cambio sin entrar en mi espacio interior donde se construyen todas mis relaciones, creencias y miradas? Para reimaginar la educación he de tener la valentía de reimaginarme como persona, como directivo… de hacerme las grandes preguntas vinculadas a mi proyecto vital; de otra forma, va a ser muy difícil movilizar nuestro entorno para este gran sueño.

Cuando ya hemos adquirido el conocimiento técnico, cuando ya hemos interiorizado la metodología que nos llevará al cambio, cuando ya hemos “jugado con todas las fichas” en este tablero de la transformación educativa; cuando hemos experimentado qué significa perder, pero también ganar, solo nos queda la partida más importante: la que juega cada persona.

¿Juegas con nosotros para transformar?
Si te interesa y quieres más información para comenzar a enfocar el cambio educativo, escríbenos aquí.

¿Modernizar o transformar la educación?

 

Aunque últimamente hemos estado ocupados en analizar y concretar las cuestiones más relevantes ligadas al desarrollo y puesta en marcha de los modelos de aprendizaje y enseñanza híbridos, o “Blended Learning” nos surge la pregunta de ¿modernizar o transformar la educación?

Nos hemos topado desde la experiencia y conocimientos propios y ajenos con propuestas y valoraciones variadas, inteligentes y prácticas. Entre ellas, las aportaciones de Albert Sangrà (1) nos han permitido elevar la mirada de nuestra reflexión hacia un tema nada habitual: la continuidad y discontinuidad en educación.

Son muchas las instituciones educativas que bajo la presión y el impulso de la situación creada por la Covid-19, se están planteando cómo responder de forma estable y sostenible al escenario cambiante de la realidad educativa. Y aquí llega el momento de preguntarnos si es necesario modernizar o transformar la educación. Los cambios sociales, económicos, culturales, tecnológicos y políticos son concomitantes con la realidad educativa. La educación es alcanzada de lleno por los nuevos desafíos. No podemos dejar de responder innovando en la forma de enseñar. En la determinación del currículo, en la manera de establecer relaciones con el conocimiento o acordando el perfil del egresado o ciudadano al que contribuye a desarrollar.

Al tratar de concretar estos cambios, los educadores y educadoras y, en general, el profesorado, suelen encontrarse con dificultades colectivas que ponen de relieve una cuestión importante: la discontinuidad. Francisco Imbernón (2) nos acota el concepto de discontinuidad: El proceso de discontinuidad se produce cuando hay un cambio abrupto entre un modo de ser, hacer y comportarse y otro muy diferente.”

Y es que concebir el currículo como algo fragmentado y descontextualizado, desconectado de los intereses y la realidad de nuestros estudiantes, nos produce gran cantidad de interrogantes.

También nos descolocan la organización del tiempo escolar de forma homogénea, la disposición de las aulas sin conexión entre ellas, la utilización de libros de texto, aunque sean digitales, que presentan los conocimientos, por lo general, de forma declarativa y sin conexión con los problemas reales o los sistemas de evaluación que no llegan a visualizar lo que realmente están aprendiendo los estudiantes salvo que sean memorizaciones.

Todo ello, nos sume en un mar de dudas respecto a su eficacia pedagógica y nos interroga sobre la conveniencia de continuar con lo mismo. De ahí la duda de transformar o modernizar la educación. Con la misma continuidad de antes. Con aquellas prácticas educativas que tanto cuesta cambiar y que tanto desapego producen en el alumnado. Para muchos, en especial el alumnado de secundaria, que considera la escuela y el instituto un lugar donde reencontrarse con los amigos y amigas. De ningún modo lo ven como un entorno donde solo se aprende.

La pandemia ha hecho emerger nuevas maneras de enfocar y realizar el trabajo docente, ha provocado el uso de nuevas interacciones entre el alumnado y el profesorado, nuevas miradas de los roles educativos y formas distintas de ayudar y acompañar los procesos de aprender. Ha aparecido en nuestra vida cotidiana la discontinuidad. Y hemos experimentado en nuestro interior desajustes, incoherencias, necesidad de mejor capacitación y, en definitiva, grandes tensiones productoras de ansiedad, entre continuidad y discontinuidad. La discontinuidad nos enerva en silencio y nos desconcierta.

Intuimos y vamos tomando conciencia del cambio que se está produciendo en la educación. Y ya tenemos servida la disonancia cognitiva, emocional y conductual: ¿Vamos a seguir con la continuidad de antes? La desconocida discontinuidad, ¿qué fundamentos e intencionalidad educativa tienen?

Francisco Imbernón (2) nos sigue iluminando: “Podemos ver la nueva continuidad y la discontinuidad educativas actuales y pasadas como positivas, si permiten la metamorfosis educativa entendida como transformación y regeneración constantes. No puede haber soluciones viejas para problemas nuevos.”

Y es que, para no caer en la ceguera del conocimiento, necesitamos abrirnos a nuevas ideas, a nuevas singladuras, a nuevas miradas. Es urgente buscar el cambio de forma colectiva, discutida y acordada. Sin miedos, poniendo en duda creencias y proposiciones sin fundamento ni intención.

Y para conseguir esta metamorfosis, esta transformación de la educación y de sus prácticas docentes, es preciso “jirafearse”. Elevar la mirada reflexivamente para analizar y transformar.

La reflexión, afirman Àngels Domingo y M. Victoria Gómez (3), es un proceso individual y colectivo que ayuda a entender y ver en perspectiva lo que hacemos. Permite alejarnos y, tomando distancia, descentrarse de uno mismo, suspender la acción y enfocar lo que somos, pensamos, sentimos y hacemos para analizarlo y valorarlo.

La reflexión es el camino privilegiado para aprender y progresar. La reflexión es la palanca óptima para mejorar lo que hacemos y, consecuentemente, mejorar lo que somos. Así, el equipo de Reimagine Education Lab ha propuesto, en posts anteriores, una herramienta para facilitarlo: el ICDA. De esta forma, al focalizar y obtener una perspectiva analítica de nuestra persona, nuestro grupo, nuestro círculo profesional, la comunidad educativa y el contexto social en el que actuamos, poseemos una de las mejores herramientas para transformar y metamorfosear la realidad educativa.

No son tiempos para modernizar. Es la hora de la transformación. Es hora de acompañar a los equipos.

Fuentes

1.- Sangrà, Albert. (6 de mayo de 2020). ¿Cómo planificar un curso con presencialidad discontinua o intermitente? Albert Sangrà [Blog] https://www.albertsangra.com/como-planificar-curso-presencialidad-discontinua/ 

2.- Imbernón, Francisco. (8 de octubre de 2020). Continuidad, discontinuidad y la necesaria metamorfosis educativa. El Diario de la Educación. https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/08/continuidad-discontinuidad-y-la-necesaria-metamorfosis-educativa/

3.- Domingo, Àngels; Gómez, M. Victoria. (2014). La práctica Reflexiva. Madrid. Narcea.

TAC para acompañar a las instituciones educativas

Son tiempos muy complejos de vivir, gestionar y liderar. Bien sea por el impacto que la segunda gran ola de contagios del COVID19 está produciendo en Europa, donde afortunadamente las escuelas siguen abiertas y funcionando presencialmente de forma mayoritaria, o por el prolongado cierre de la actividad económica, la social y la educativa de la mayoría de los países latinoamericanos, la verdad es que dirigir una escuela o una universidad, hoy en día, se ha convertido en un reto muy complejo. De ahí que uno de nuestros mayores retos actuales es acompañar a las instituciones educativas, por lo que hemos creado el TAC.

Estos dos últimos meses, junto con otros consult-coach del equipo de Reimagine Education Lab, he tenido muchas conversaciones personales y encuentros en grupo con equipos directivos de instituciones educativas que han compartido conmigo su desazón, su cansancio y su dificultad por seguir haciendo compatible la gestión del día a día con el liderazgo e impulso de la transformación educativa

Por ello, porque es un tiempo retador y disruptivo que requiere más que nunca de un liderazgo sistémico, adaptativo, flexible y participativo, hemos puesto en marcha una nueva campaña, #EsHoraDeAcompañar, y un nuevo servicio que denominamos TAC.

TAC (Transferencia, Acompañamiento, Conexión)

Hemos tomado el nombre de la Tomografía Axial Computarizada que, para nosotros, se convierte en Transferencia, Acompañamiento y Conexión:

  • TRANSFERENCIA: de la metodología RIEDUSIS y de todos los elementos técnicos necesarios para seguir avanzando
  • ACOMPAÑAMIENTO: a los equipos directivos y a los equipos de innovación y prototipación
  • CONEXIÓN: con el propósito vital y la vocación de los directivos, directivas y docentes

Y como no podía ser de otra manera, el elemento central de esta nueva propuesta es el ACOMPAÑAMIENTO activo y flexible, mediante encuentros mensuales planificados, para conversar, “jirafearse” y asegurar ganar espacio y tiempo a un día a día muy exigente y absorbente… para mirar hacia adelante y asegurar algunas iniciativas que nos permitan ir más allá de los protocolos sanitarios cuando se vuelve a la presencialidad, o de la Enseñanza Remota de Emergencia cuando aún persiste el cierre de la institución educativa.

Desde finales de septiembre ya hemos empezado este nuevo servicio, y hoy, cerca de una decena de centros ya han realizado las primeras reuniones con el consult-coach que les ha sido asignado y han puesto en marcha, de forma cercana y adaptada, los planes de acompañamiento y acción para los próximos meses.

#EsHoraDeAcompañar a los directivos y directivas en su difícil y complejo dirigir y liderar el día a día y a la vez continuar impulsando la transformación educativa… Y la propuesta de TAC (Transferencia, Acompañamiento y Conexión) quiere ayudar a encontrar un apoyo cercano, activo y flexible para seguir avanzando. Si deseas tener más información sobre esta nueva iniciativa escribe a hola@riedulab.net y te responderemos.

Únete al acompañamiento para equipos directivos

 

Llevamos algunos meses con la escuela en marcha, con muchas dificultades y retos, en remoto o en presencial, gracias a la pasión, convencimiento y profesionalidad de toda la comunidad educativa. Ahora, en plena segunda ola de contagio del COVID19 en Barcelona, con las escuelas abiertas a pesar de todas las dificultades, lanzamos una nueva iniciativa, el acompañamiento para equipos directivos, en este caso, familiarizados con la metodología de transformación educativa RIEDUSIS que nosotros facilitamos, para ayudarles a tener una nueva mirada a su liderazgo transformacional desde el camino del cambio interior.

Es evidente que la crisis provocada por el coronavirus nos ha parado y nos ha situado en un contexto para el que no estábamos preparados. Es un tiempo retador y disruptivo que requiere más que nunca de un liderazgo sistémico, adaptativo y participativo para continuar avanzando en medio de esta turbulencia en la transformación educativa de toda la institución.

Y hablando, reflexionando y compartiendo con decenas de directivos, hemos visto la necesidad de crear una nueva propuesta de acompañamiento para equipos directivos. Las directivas y directivos están padeciendo en sus propias carnes y en su propia vida todas las tensiones que la sociedad y la comunidad educativa proyectan en esta crisis de salud, económica y educativa.

La transformación requiere mucha energía vital. Cultivar nuestra energía vital como líderes transformadores requiere estar en un alto grado de conciencia personal, conexión con la vocación y mirada al presente que vivimos y al futuro que soñamos. La trasformación educativa requiere un baile armónico y constante entre el QUÉ que me marca el sentido, el lugar interior desde donde impulso la transformación (CONEXIÓN PERSONAL), y el CÓMO, que me lleva a la acción.

Y es desde esta mirada que nos hemos propuesto apoyarles y acompañarles de forma distinta. No se trata de una formación al uso para aprender nuevos conceptos y teorías. Es un proceso de acompañamiento para equipos directivos y desarrollo personal vivido en grupo nos debe permitir espacios de reflexión, experiencia y trabajo personal y grupal, que nos ayudarán a identificar, desde la conexión interior, los elementos específicos a activar para impulsar nuestro liderazgo y fortalecer también el liderazgo de los equipos.

Se trata de hacer una lectura de la nueva realidad que tienen los directivos en su nuevo contexto desde perspectivas distintas que ayuden a trazar el propio camino de transformación y compartirlo con el grupo de participantes.

El trabajo estará organizado en cuatro módulos, y consta de dinámicas semanales de experiencia y trabajo personal, diez encuentros grupales quincenales y una sesión privada individual con el consult-coach de Reimagine Education Lab que conduce el proceso para establecer y definir el plan de liderazgo personal para la trasformación educativa.

En esta primera edición, que se desarrollará de enero a junio del 2021 para una docena de líderes educativos, es necesario estar familiarizado con la metodología RIEDUSIS y estarla aplicando de alguna manera a la institución educativa a la que se pertenece. Más adelante, lanzaremos otra propuesta en la que no será necesaria esta condición previa.

Nuestro objetivo es TRANSFERIR experiencias y conocimientos, ACOMPAÑAR y CONECTAR a los directivos y equipos con su interior, su vocación y su proyecto vital para ayudarles, a ellos y a las instituciones educativas, a avanzar en los procesos de transformación y cambio, porque el primer paso hacia la transformación empieza en el interior de cada uno… Y para ello estamos constantemente pensando y lanzando iniciativas que, de forma práctica y cercana, lo hagan posible.

#EsHoraDeAcompañar a los directivos y directivas en su difícil y complejo liderar el día a día y a la vez continuar impulsando la transformación educativa. La propuesta de proceso de desarrollo y acompañamiento personal vivido en grupo quiere dar respuesta a esta realidad. Si quieres tener más información sobre esta nueva iniciativa escribe a hola@riedulab.net y te responderemos.

Fuerzas y limitaciones del cambio educativo

La educación es la mejor herramienta para cambiar el mundo, y debe transformarse. Hay cambios necesarios, inevitables, y nuestro sistema educativo, tal como lo conocemos, reclama que todos y cada uno de los actores que forman parte de la comunidad educativa unamos fuerzas, soñemos y trabajemos colectivamente para alcanzar el horizonte de cambio. La crisis del coronavirus no ha hecho más que recordárnoslo. Por eso, hoy más que nunca es necesario identificar las fuerzas y limitaciones del cambio educativo.

Sí, la educación debe reimaginarse. Debe repensarse, deconstruirse y volver a combinar los elementos que la conforman de otra manera, lo cual, además de muy complejo, es un desafío que requiere conexión interna, convicción personal, cierto grado de audacia, saber adónde queremos ir y liderazgo colectivo. La escuela, la universidad, son personas. Personas que hacen cosas (muchas cosas) con otras personas y para las personas. Y solamente la persona, cada una de ellas, puede decidir realizar un cambio educativo. Y solo si lo decide en su interior, si sueña y se arriesga a dar el salto.

Y precisamente en el interior de las personas, y sobre todo en el interior de los equipos directivos, reside la principal fuerza y también la limitación más importante para realizar el cambio. La fuerza para el cambio reside en la conexión entre la vocación y la mirada dirigida a la persona y al futuro. La limitación radica en los marcos mentales desajustados respecto al movimiento que vivimos y al futuro que adivinamos. Las creencias limitantes y no contrastadas; las inercias y costumbres producto de años de actividad; los miedos, individuales y colectivos; la dependencia de la administración educativa y la poca confianza en los propios educadores y equipos; los comportamientos seguidistas… he aquí los principales frenos que retardan el avance.

Si quieres profundizar sobre las fuerzas y limitaciones del cambio educativo, lo desarrollo en profundidad en el libro Reimaginando la educación, 21 claves para transformar la escuela; y también lo iré desarrollando más en próximos posts.