Un currículum para un mundo globalizado
El propósito de la educación es claramente el de ofrecer a las personas la oportunidad de crecer y desarrollar su proyecto vital de acuerdo con el mundo en que viven. Un mundo que, como sabemos, se transforma constantemente y donde ya podemos aventurarnos a afirmar que la única constante que se dará de ahora en adelante es el cambio. Un cambio social, cultural, tecnológico, económico y educativo. Atendiendo a este continuo cambio es más necesario que nunca adaptar el currículum para un mundo globalizado.
Desde Reimagine acompañamos a las instituciones educativas que desean avanzar hacia una profunda transformación utilizando la metodología RIEDUSIS. Una metodología que pone al alumnado en el centro de toda la acción y le otorga un papel activo en el aprendizaje y la construcción de un proyecto vital propio en el que, sobre todo, puedan desarrollar distintos rasgos personales que les ayuden a convertirse en personas críticas, colaboradoras, comunicativas y comprometidas con su entorno.
En este sentido, es fundamental reflexionar sobre qué opciones metodológicas y de contenido debemos movilizar en el proceso de cambio de una institución educativa con el fin de garantizar este crecimiento personal. Considerando estas reflexiones, nos encontramos ante el reto de garantizar un enfoque globalizado de nuestro currículum que nos permita diseñar experiencias de aprendizaje que ayuden al conjunto de estudiantes a entender y vivir en un mundo que, en sí mismo, ya es globalizado y que a la vez plantea múltiples retos y oportunidades.
Así, pues, las instituciones educativas tienen ante sí el gran reto de afrontar desde la dicotomía de deber garantizar, por un lado, unos aprendizajes básicos e imprescindibles que permitan al alumnado su desarrollo personal y social y que, en caso de no haberlo alcanzado, les impidan acceder a posteriores procesos educativos con unas mínimas garantías de aprovecharlos o bien comporten una situación de riesgo de exclusión social (Coll, 2007) y, por el otro, relacionar estos aprendizajes imprescindibles con los problemas reales del mundo con un enfoque globalizado donde, forzosamente, hay que superar la mirada compartimentada de las disciplinas en que se encuentran ordenados los currículums prescriptivos.
Ante esta situación es habitual que nos preguntemos qué debería aprender un alumno o una alumna en la escuela y empecemos a plantearnos cómo debe hacerlo la escuela para diseñar experiencias de aprendizaje que les ayuden a vivir y cambiar el mundo… Pero entonces, ¿qué hacemos con el currículum prescriptivo? Pues bien, desde la perspectiva de que el currículum debe ser una herramienta para acompañar al alumnado, debemos ser capaces de vehicular propuestas de transcendencia socioculturales para trabajar el currículum en lugar de ceñirnos a un documento prescriptivo para organizar lo que hacemos en las aulas.
Debemos encontrar los mecanismos adecuados para organizar experiencias de aprendizaje significativas y contextualizadas que, de forma globalizada, nos ayuden a dar respuesta a retos y problemas como los de erradicar la pobreza, acabar con el hambre, garantizar una vida saludable o conseguir unas ciudades sostenibles; de esta forma, los retos que nuestro alumnado deberá resolver en un contexto educativo le ayudarán también a constituir el Modelo de Persona que deseamos.
Referencias
Coll, C. (2007). Capítulo 4. El «bàsic imprescindible» i el «bàsic desitjable»: un eix per a la presa de decisions curriculars en l’educació bàsica. En C. Coll (Dir.), Currículum i ciutadania. El què i el per a què de l’educació escolar (p. 227-247). Barcelona: Editorial Mediterrània.
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