Dos semanas intensas viviendo la transformación educativa en Latinoamérica
Salí de Barcelona el pasado día 24 de septiembre y estaré volviendo a casa justo en el momento que se publique este post. Habrán sido más de dos semanas de viaje y colaboración con diversas instituciones educativas de educación primaria, secundaria y terciaria que culminan más de tres años de trabajo conjunto para hacer realidad la transformación educativa en Latinoamérica.
Primera parada: Uruguay
Empecé el viaje en Uruguay, donde, como ya explicaba en un artículo anterior, participé en el congreso que organizó la AUDEC (Asociación Uruguaya de Escuelas Católicas) que se denominaba VIVENCIANDO LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA. Fueron tres días extraordinarios, en los que más de un centenar de directivos de escuelas de Uruguay y Argentina pudieron vivir, reflexionar y compartir la realidad de ocho escuelas de infantil, primaria y secundaria con transformaciones en marcha.
Todo ello es fruto de un trabajo conjunto entre la AUDEC y Reimagine Education, en colaboración con otras órdenes religiosas (Maristas, Jesuitas y Salesianos), que empezó en el año 2019 y que, después de tres años y con la crisis de la COVID-19 de por medio, está dando ya unos frutos muy significativos. Actualmente, tenemos 20 escuelas más en Uruguay que han seguido las formaciones que hemos hecho en torno a la metodología de transformación educativa RIEDUSIS y que están preparando proyectos de innovación y cambio que probablemente verán la luz en los años 2023 y 2024. Definitivamente, una ola de cambio educativo importante para Uruguay.
No esconderé que, en muchos momentos del encuentro, me invadió un sentimiento de emoción profunda y de estar viviendo un cambio de fase fundacional, ya que, como decía en otro post, ya no es necesario viajar a Barcelona para entrar en contacto directo con el cambio educativo bien preparado y llevado al aula. Y, esto, para Latinoamérica, es muy importante.
Segundo destino: Bolivia
Y de Uruguay salté a Bolivia, donde llevo unos días colaborando con la Universidad Franz Tamayo (UNIFRANZ). Primero en La Paz y El Alto, superando el mal de altura, y después en Cochabamba, con un clima más benigno. Vivo inmerso en las experiencias y emociones de un buen número de estudiantes y profesores de esta universidad que están protagonizando un cambio en la forma de aprender y crecer como personas sin precedentes en este país. Efectivamente, hace más de un año (aquí estamos ya en el tercer semestre) se puso en marcha la transformación de tres carreras (Medicina, Administración de Empresas e Ingeniería Comercial) de acuerdo con el nuevo perfil de salida personal-profesional que define la universidad y con el nuevo modelo educativo basado en experiencias de aprendizaje del alumnado.
Estas tres carreras innovadoras son lo que, en terminología RIEDUSIS, llamamos experiencias avanzadas de cambio (EAC), que, tras una preparación previa de diseño de experiencias, desarrollo de guías y producción de materiales, permiten hacer realidad un nuevo paradigma educativo y una nueva estrategia de transformación. Y estos días, junto con otros miembros del equipo de Reimagine Education, he estado llevando a cabo lo que denominamos evaluación de proceso de estas experiencias de cambio.
Una evaluación de proceso es una acción de contraste entre el diseño elaborado y la realidad de la experiencia de cambio en marcha que tiene por finalidad identificar sus puntos fuertes y puntos débiles. Esto, en la práctica, significa hacer encuestas al alumnado, efectuar observaciones en aula, organizar focus groups con estudiantes y profesores y establecer entrevistas en profundidad con los protagonistas. Y, por supuesto, la evaluación de proceso finaliza con la elaboración de un informe que recoge las evidencias registradas e identifica los logros y desafíos a resolver, que posteriormente se plasman en un plan de mejora de las carreras transformadoras.
¿Cómo se vive desde dentro una transformación educativa en Latinoamérica?
En este post, en lo que me quiero centrar es en las profundas emociones que me ha causado vivir las observaciones de aula, y sobre todo, los focus groups con el alumnado y el equipo docente.
El entusiasmo que ha expresado el estudiantado, explicando, de forma intensa y emocionada, cómo trabajan desde el primer semestre con casos clínicos (en el caso de Medicina) o con proyectos reales de empresas (en el caso de Ingeniería Comercial y Administración de Empresas) que vertebran el aprendizaje y permiten, mediante el trabajo individual y en equipo, movilizar el contenido y aprender con sentido es impresionante. Además, escuchar al profesorado explicar con convicción que por nada del mundo volverían al modelo clásico, a pesar del esfuerzo que representa el cambio de rol y de modelo educativo, es verdaderamente reconfortante.
Empezamos a colaborar con el equipo impulsor del cambio de UNIFRANZ la última semana de agosto del año 2019, y he sentido una emoción y satisfacción inmensas al constatar, después de tres años de trabajo intenso, y a pesar de la COVID-19, cómo se puede transformar a fondo la educación superior y como se puede influir profundamente en el desarrollo personal y profesional del alumnado y el profesorado que está participando. Es un verdadero hito.
Próxima parada: Bogotá
Y, para finalizar el recorrido latinoamericano, acabaré en Bogotá, donde me reuniré con la Universidad Compensar para seguir el trabajo de impulso de su transformación educativa que iniciamos hace un año, y asistiré un conversatorio, en alianza con el FODESEP (Fondo de Desarrollo de la Educación Superior), sobre REIMAGINAR LA UNIVERSIDAD PARA UN MUNDO EN TRANSFORMACIÓN ACELERADA.
Días intensos, con vivencias y emociones que no se olvidan y que refuerzan la convicción de que podemos conseguir la transformación educativa tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo.
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