¿Cómo los espacios pueden mejorar las experiencias de aprendizaje?
En el artículo anterior, empezamos a reflexionar sobre qué son los espacios educativos y cómo debemos tenerlos en cuenta dentro de la transformación educativa de nuestro centro. Ahora que ya sabemos cuáles son los espacios educativos, descubriremos cómo pueden mejorar las experiencias de aprendizaje.
Ante todo, es necesario que los centros educativos aborden la toma de decisiones en torno a cómo deben ser sus espacios. Estas decisiones incluyen cualquier espacio que se convierta en educativo por sí mismo. Por ejemplo: las aulas, los pasillos, las bibliotecas e, incluso, las zonas de recreo.
Esta reflexión es clave para abordar temas que nos llevan a repensar los espacios desde la perspectiva del rol que otorgamos a los distintos agentes que intervienen. Por ejemplo, establecer a los docentes como guías y otorgar al alumnado un papel activo. O bien desde el papel que jugará el trabajo colaborativo, o un horario flexible que permita que varios grupos de alumnos desarrollen varias tareas.
¿Quién puede intervenir en la redefinición y el codiseño de los espacios?
Cuando hablamos de diseño en un espacio educativo, de hecho, nos referimos a un codiseño de toda la comunidad educativa, en el que el profesorado, el alumnado e incluso las familias o los agentes externos pueden participar en la propuesta de cocreación.
Desde Reimagine, lo que ofrecemos son una serie de dinámicas en las que el personal docente puede reflexionar sobre cuál es su propuesta de transformación y cuáles son los mejores espacios educativos para darle respuesta. Y, así, además, mejorar las experiencias de aprendizaje.
Por tanto, debemos observar nuestros espacios educativos desde el proceso de reflexión que hemos hecho. Y, sobre todo, debemos tener en cuenta el modelo de persona que queremos conseguir y las líneas educativas básicas (LEB).
¿Qué criterios deben tenerse en cuenta en el diseño de un espacio educativo?
Hay tres criterios básicos que debemos tener presentes cuando queremos diseñar cualquier un espacio educativo:
- Criterios ambientales
Que las aulas tengan luz natural.
Utilizar colores que no sean llamativos.
Utilizar materiales naturales (prescindir de plásticos y aumentar el uso de la madera).
- Criterios tecnológicos: Definir qué tipos de tecnología disponga el aula y que infraestructura necesitamos.
- Criterios pedagógicos: Cómo fomentaremos, por ejemplo, el trabajo autónomo, la cooperación o la comunicación.
Está claro que este proceso de codiseño de los espacios educativos es un elemento necesario en cualquier transformación educativa. Lo más conveniente es dar este paso cuando el equipo impulsor está diseñando una experiencia avanzada de cambio (EAC), el prototipo o cuando se incorporen iniciativas transversales en toda la escuela. Siempre, obviamente, haciendo partícipes a todos los agentes educativos.
Además, estas dinámicas ayudan a poner en marcha un proceso de participación de toda la comunidad educativa en la construcción de una futura institución. Al mismo tiempo, sirve como una herramienta de comunicación importante entre los agentes implicados en el cambio.
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